Aceptación

Ahí, tal cual me ven, me siento en un estado de aceptación conmigo mismo y con todo lo que me rodea. Soy feliz y comparto mi felicidad con la totalidad. Agradezco a cada instante lo que me toca vivir. No pido nada más. Gracias!

Leyendo una vez a mi amigo Osho, me di cuenta que me enojaba mucho cuando las cosas no salían como yo quería, de acuerdo a mis propias expectativas (no quería comer siempre la misma comida, Trapito me robaba la cama, no me dejaban entrar a la casa, etc.). Y cuando esto ocurría, me desilusionaba, me enojaba conmigo mismo y/o con el mundo y sentía impotencia, frustración.

“La clave de la verdadera transformación radica en la aceptación, no en la acción intencionada.”

De más está decir que, en una lucha siempre hay dos partes (por lo menos). En este caso, una parte que no nos gusta, y por otro lado, una parte que está tratando de "eliminar" o "cambiar" a esa parte que no nos gusta.

Lo que sucede, es que cuando dejamos de luchar contra esa parte que no nos gusta, o que no nos gustó que haya ocurrido, inmediatamente le quitamos energía. A su vez, también le quitamos energía a la primera; es decir, a la parte que hasta el momento está luchando contra la parte que no nos gusta.

Simplemente aceptando, aceptando las cosas tal cual son, aceptando la naturaleza de las cosas.

Inmediatamente, ambas partes luchadoras, liberarán la energía que fue necesaria para la batalla, y no les quedará otra alternativa más que tranquilizarse, armonizarse y relajarse.

Esa energía liberada es utilizada para sanar, restaurar, curar las heridas de la batalla librada, aunque haya sido por pocos unos segundos, llegando a un estado de paz y de unidad.

Ese es el poder de la aceptación, ese el poder de la no-lucha.

Pero Heráclito, ¿cómo sabés todo esto?

Lo que pasa es que tuve la suerte de conocer al "Ayudante de Santa" (por si no lo conocen, es el perro de Los Simpsons). Él es un perro muy sabio y fue mi mentor durante muchos años. Gracias AdS!!