En la foto el confundido es el fotógrafo, no soy yo. No se puede ver muy bien porque su mente está revuelta, borrosa, poco clara, como si se encontrara en un pantano.
Más de una vez me metí en barriales enormes, por no decir pantanos, en donde me embarré hasta el cuajo y, aunque me divertía muchísimo jugando (hay que aprovechar cada oportunidad... guau! guau!), me costaba mucho salir de ahí.
Cada vez que me caía, se me hacía más difícil levantarme, y cada paso que daba me parecía remar, literalmente, en dulce de leche repostero. Nada estaba claro, todo era un enchastre, y cuanto más sucio y enchastrado estaba, más difícil me resultaba diferenciar entre una cosa y la otra, incluso, entre mi propio cuerpo y el resto de las cosas.
Cuando ya estaba decidido a salir de ahí, todo se resumía a patinar y patinar en el barro, cayéndome una y otra vez, no pudiendo dar dos pasos seguidos sin volver a derrapar, en definitiva, sin poder escapar del bendito "pantano".
Jiddu Krishnamurti -sisi, lo leí una vez-, cuenta que hay dos posibles caminos hacia la iluminación: uno es a través de la mente, y el otro, a través del corazón. El primero (la mente) es más largo y tedioso, mientras que el segundo (el corazón) es más corto, directo y efectivo.
Acá no vamos a hablar de iluminación, ni mucho menos. Más bien me referí a Jiddu porque esto mismo es muy útil para cuando estamos empantanados en una indecisión, o en cualquier problema en general y, a su vez, para cuando queremos mejorar nuestra salud y potenciar nuestro bienestar (sirve para perros y para humanos también! guaf! guaf!).
Cuando uno tiene un problema, sea cual sea, sabemos que, debido a "La Magia de la Perspectiva", es efectivamente un problema porque así deseamos que sea, porque estamos teniendo una perspectiva, un punto de vista, que lo considera un problema al hecho o suceso que estamos viviendo.
Esto quiere decir que no estamos adoptando el punto de vista o perspectiva que ve al hecho o suceso como una oportunidad, sino más bien como un problema... SAS!! Qué mala suerte!! Si tan solo cambiáramos de perspectiva. Bueno, eso se puede, pero lo dejo para más adelante... guau! guau!
Volviendo al "problema", dado que sabemos que solo es cuestión de perspectiva, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que este "problema" se originó en nuestra mente, en nuestra manera de observarlo o interpretarlo (alguna vez alguien dijo: "de la realidad sólo me afecta mi interpretación, no la realidad en sí misma").
Esta interpretación da lugar a la creación y construcción del famoso pantano, ese lugar en nuestra mente del cual nos cuesta salir, en donde todo está sucio, confuso, y, esencialmente, condenado al olvido... buee... para tanto no!... quise decir oscuro, tenebroso y gobernado por las tinieblas... otra vez!... te pasás de mambo Heráclito! Guau! Guau!... bueno, en esencia, es algo así como dije cheeee.
Este pantano está liderado por la Obsesión, un personaje nefasto del que ya hemos hablado más de una vez (como en "La ACCIÓN como antídoto") y también hay que tener en cuenta que... bueno, todo muy lindo, ¡¿pero cuál es la clave para salir del pantano Heráclito?! (Se preguntarán).
Primero, ¿es "malo" caer en un pantano? (Me pregunto). "Sí y No" es la respuesta. Caer en un pantano (de indecisión, de confusión, de cualquier problema en general) no es algo intrínsecamente "malo". Lo positivo que tiene es que denota que estamos en la "La Franja Media", con lo cual nos da la señal que aún no estamos obsesionados.
Lo negativo, es que ¡a nadie le gusta estar en pantanos por mucho tiempo! (exceptuando al gordito de "Charlie y la fábrica de chocolate" que se bañaba en chocolate 😂). Esto implica que, tarde o temprano, querremos salir de él.
El tema es que la mente se opone rotundamente a esto. Ella fue la que cuidadosamente creó el pantano y la que puso a la Obsesión a dirigirlo, habiendo invertido tiempo e ingenio para tal fin... ¿por qué querría que nos fuéramos? Con lo cual arribamos a las siguientes conclusiones:
1) Para salir del pantano hay que tener una perspectiva que no se origine desde adentro del pantano, si no desde afuera de él. Es decir, no desde la mente (que fue quien creó el pantano), si no desde afuera de la mente. Por ello son tan útiles los terapeutas (de cualquier índole), dado que no se encuentran en el pantano y te invitan a ver las cosas de otra manera para ayudarte a salir de él.
2) Esta perspectiva desde afuera de la mente (del pantano) se logra "yendo a la montaña" diría Jorge Kurteff. Ya sea, literalmente, subiendo alguna montaña o monte o zona lo suficientemente elevada, y/o simbólicamente, ejercitando nuestro PRESENTE, nuestro AQUÍ y AHORA. Lo contrario a la mente, precisamente, ejercitando el corazón, como sugería Jiddu Krishnamurti.
3) Y para ello, sugiero un pequeño listado de ejercicios o técnicas en el posteo "Cómo reducir fácilmente el stress y mejorar el bienestar y la calidad de vida".
4) De esta manera, cuando estemos mirando desde afuera del pantano, podremos observar mejor el "problema" y encontrar así la solución. Si es que todavía sigue siendo un problema, dado que al ejercitar el PRESENTE, los problemas suelen resignificarse y, como por arte de magia, dejan de ser problemas... ¿será porque habremos cambiado de perspectiva? ¡Se lo dejo como ejercicio para el lector! Guau! Guau!
De paso les dejo un fragmento de la película "Hombres de Negro 3", que habla sobre el "Concepto Pie". Algo que ejemplifica muy bien lo que les estuve comentando sobre El Pantano 🐶
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