Les confieso que tengo muchas ganas de que este posteo "quede bueno". Si no tengo esa "suerte", me la voy a agarrar con Trapito, bah, con la memoria de Trapito pobrecito. Con alguien hay que agarrársela cuando las cosan no salen como uno quiere o espera, ¿no? 😂.
Lo que pasa es que comúnmente, ese "alguien", somos nosotros mismos. Y ahí es cuando vamos bajando despacito la guillotina del altillo, pero sin darnos mucha cuenta, con el fin de tratarnos "dulcemente" por un ratito 😕.
Bueno, para tanto no, ¿pero a quién no le ha pasado algo parecido alguna vez? Que cuando las cosas no salen como queremos o esperamos, nos frustramos, nos enojamos y, finalmente, nos angustiamos por eso.
En ciertas situaciones, estamos muy atados al resultado (que las cosas salgan como queremos) y, a su vez, tenemos muchas expectativas puestas en ello (estamos muy esperanzados y convencidos de que, efectivamente, las cosas van a salir como queremos).
Como la vez que me volví a encontrar con Daisy, la perrita que les conté en "Kid Warrior II". Es taaan linda Daisy! Inalcanzable para mí. Tenía cero expectativas de conquistarla cuando la conocí. Si la llegaba a invitar a salir, sabía que me iba a decir que no, asíque para qué perder el tiempo.
Sin embargo, un buen día, Daisy vino a visitarme porque necesitaba una tacita de azúcar (sí, de azúcar. Los perros también tomamos el té 😅). Y a la semana siguiente, nuevamente me volvió a pedir azúcar, y a la siguiente lo mismo, y así por varias semanas. Inmediatamente, empecé a pensar que yo, a Daisy, le podía gustar!! Semana tras semana mi esperanza aumentaba, mi expectativa aumentaba!
Asíque un día, tomé coraje, y la invité a tomar un helado (sí, un helado. Los perros también tomamos helado 😂). ¿Y saben qué pasó? Me dijo siiii!!! Digoooo.. eso hubiese querido... pero me dijo que no 😢. Me explicó que hacía un mes sus padres habían ido a vivir con ella. Y como cada dos por tres querían tomar el té, siendo yo su vecino más cercano, acudían a mí. ¿Quién iba a venderle azúcar a una perrita, no? 😂.
Me sentía taan mal. Hasta llegué a pensar que fui un dolobu al invitarla. ¿Pero cómo iba a saberlo? Creer que ella posiblemente estaba interesada en mí, debido a haber venido tantas veces a buscar azúcar, no era para nada descabellado. Es más, era posible, ¿no?. Si no, ya no creo más en las películas ni en los cuentos de hadas 😂.
Mis expectativas fueron creciendo y llegaron a ser tan altas que cuando me enfrenté con la realidad, y me rechazó, me desilusioné mucho, me sentí un "fracasado", y me enojé en demasía conmigo mismo por haber sido tan "ingenuo" y creer que tenía chances con Daisy 😢.
Si tan solo hubiese mantenido mis expectativas bajas, para no frustrarme con el resultado, para no desilusionarme tanto. Porque, tal como me dijo una vez Jorgito, un hermoso perro blanco de ojos azules que ya se los presenté alguna vez: "Ilusión es igual a Frustración".
Chano: Todo muy lindo Heráclito. Expectativas altas = Ilusión grande = Frustración elevada, si el resultado no es el deseado. ¿Pero cómo logramos tener las expectativas bajas, y, mejor aún, cómo nos desapegamos del resultado?
Heráclito: Eso no es para nada fácil. La primera parte, tener las expectativas bajas, depende de la segunda, de desapegarnos del resultado. Y la segunda, requiere de la primera. Menos mal que no tenemos una tercera si no nos explotaría la croqueta! 😂😂.
Hablando en serio. Voy a intentar explicártelo con el ejemplo de Daisy. Que yo me haya ilusionado con ella es totalmente normal. Es como pedirte que, cuando estabas soltero (aclaro para que Ingrid no piense mal 😂), no te hubieses ilusionado si Pampita se mudaba sorpresivamente a tu edificio, e iba a pedirte una tacita de azúcar cada dos por tres 😎.
Dejando claro que ilusionarse es normal, no implica que sea conveniente. Una cosa es tener fé, ser positivo y pensar positivamente, y otra cosa, es ilusionarse. Lo primero es confiar y ser consciente de que no todo depende de nosotros. Que hacemos nuestra parte para lograr lo que deseamos, y que, a su vez, se lo entregamos al Universo, a Dios, a Superman (😂), o a quien sea, para se encargue de lo que escapa a nosotros.
(En el posteo "YYYY en todo" algo relacionado se comentó sobre el destino y el libre albedrío de los perros 😀).
Retomando. Lo segundo, la ilusión, está asociada precisamente a lo ilusorio. Es creer que las cosas efectivamente van a salir como queremos. Que todo depende de nuestras acciones, y por ende, si hacemos lo que creemos que da resultado, pues necesariamente, obtendremos esos resultados. Es decir, que nosotros somos los únicos artífices de nuestro destino.
Chano: Ahí yo ya no me meto. Hay muchas corrientes que piensan y afirman eso Heráclito.
Heráclito: Si, es verdad. Igualmente, no lo estoy negando, para nada. Solamente digo que es posible que haya algo más que también intervenga en nuestro camino. Y esto relaja la búsqueda de resultados, disminuye nuestras expectativas, y, en consecuencia, nos ayuda a no frustrarnos (o a frustrarnos menos), cuando las cosas no salen como queremos.
Confiar es todo un ejercicio, y como "Todo lo que sucede es para bien", no hay de qué preocuparse, ya encontraremos la perspectiva que nos permita ver los resultados obtenidos de manera positiva 😀.
Los voy dejando con esta foto donde Lin, la prima de Chano, estaba intentando "chuparme la mente" 😂. Por suerte, no todo dependía de ella... yo estaba impidiéndoselo con todas mis fuerzas. Y si mal no recuerdo, creo que le gané la contienda 🤔. Si no, no podría estar escribiendo el Blog en este preciso momento! Guau! Guau!
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